El agua, indicador clave en la planificación turística

Asegurar la disponibilidad de agua en un contexto de escasez hídrica estructural es un factor determinante para todos los sectores económicos, entre ellos, y de forma muy relevante, para el sector turístico. En Cataluña, este sector aporta un 12% del PIB y casi el 13% de los puestos de trabajo.

La sequía está impactando en la gestión de actividades clave para el sector turístico como parques, playas, campos de golf o el uso de piscinas, un hecho que resta atractivo a Cataluña como destino turístico, con un impacto significativo sobre su imagen y que pone en riesgo, tanto la industria, como la calidad de vida de las comunidades que dependen de esta actividad económica. Es pues, un sector especialmente vulnerable a las restricciones al consumo de agua.

La digitalización del sector

El turismo puede convertirse en un aliado estratégico en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, no solo en el ámbito de la eficiencia energética, donde el sector está haciendo grandes inversiones, sino también, y ahora con más motivo que nunca, en el uso eficiente del agua, así como en la gestión de las aguas residuales y en el control de la calidad del agua, apoyándose en herramientas tecnológicas y en la digitalización.

La implantación de soluciones avanzadas debe ayudar al sector en su adaptación al nuevo contexto climático y en la mitigación de su impacto. Pero, para que esta transformación digital y ecológica tenga éxito, es esencial conocer, en primer lugar, el impacto del uso del agua vinculado a la actividad turística con el objetivo de identificar medidas para su reducción e impulsar la resiliencia del sector frente a riesgos asociados al cambio climático.

En este sentido, llevamos a cabo a través de nuestro centro tecnológico CETAQUA, auditorías hídricas así como el cálculo de la huella hídrica mediante el uso de herramientas digitales como los gemelos digitales para calcular, simular y plantear escenarios de reducción de esta huella, por ejemplo, en cadenas hoteleras, donde contamos con numerosos casos de éxito.

Por otra parte, las infraestructuras de telelectura y la instalación de sensores (medida de cantidad y calidad) permiten el control de consumos en tiempo real y la posibilidad de hacer mantenimiento predictivo de las redes hidráulicas del interior de las instalaciones turísticas a través de la aplicación de la inteligencia artificial, así como la búsqueda de fugas avanzada.

El monitoreo de la población estacional y el seguimiento del comportamiento y usos que los turistas hacen de los recursos mediante modelos matemáticos y machine learning es también una línea que, desde la compañía, se considera clave para adaptar los servicios a las necesidades reales del sector.

La regeneración y las Soluciones Basadas en la Naturaleza

Pero, la inversión tecnológica de nada sirve si no hay disponibilidad de recursos hídricos. Por eso, apostamos por la regeneración de las aguas residuales, un recurso estructural que supone una alternativa sostenible y circular a los recursos convencionales. El agua regenerada no solo se utiliza para finalidades tan relevantes como el baldeo de calles, el riego de parques y jardines o la recarga de acuíferos, sino también para el riego de campos de golf o la generación de hábitats naturales como los humedales, que permiten ofrecer espacios sostenibles y medioambientalmente atractivos.

Las soluciones basadas en la naturaleza como los humedales anteriormente mencionados, son una referencia también a tener muy en cuenta por el sector turístico como sello de compromiso medioambiental, circularidad y recuperación de espacios naturales. Parques inundables que permiten mitigar el impacto de posibles inundaciones y recoger agua de lluvia para su posterior regeneración, o filtros naturales para la depuración de agua, son otros de los numerosos ejemplos que hemos ejecutado como solución basada en la naturaleza, tanto de la mano del sector público como del privado.

Concienciación

En paralelo, es fundamental poner en marcha iniciativas para la concienciación y la sensibilización de la población, con acciones que promuevan prácticas sostenibles dirigidas a residentes estacionales y visitantes, ya que pueden contribuir a reducir la demanda de agua adicional y su uso responsable.

En definitiva, el agua es un elemento central para las regiones turísticas, proporcionando la base de actividades recreativas que contribuyen a la prosperidad económica de las comunidades locales. La experiencia, la inversión tecnológica y el compromiso medioambiental son factores clave que deben permitir la transformación del sector turístico y su adaptación al cambio climático.