El agua es la fuerza motriz de la naturaleza
“El agua es la fuerza motriz de la naturaleza” – Leonardo da Vinci
Este es el primero de un conjunto de artículos relacionados con el agua y la meteorología. Por ser el primero, queremos hacer una introducción de todo lo que irán viendo… ¡vayan bien equipados! Visitaremos los lugares más lluviosos del mundo y conoceremos su día a día, los territorios más secos y el modo en que obtienen agua en abundancia, no se lo pueden llegar a imaginar. La distribución de la precipitación alrededor del planeta, las enormes diferencias que encontramos entre un país y otro o incluso dentro de un mismo país, aunque este sea muy pequeño. El papel que juegan los mares y los océanos, la orografía, la latitud.
La nieve también es agua, de modo que también viajaremos a zonas que pueden acumular decenas y decenas de metros de nieve en un solo año. Evidentemente, también hablaremos de otros meteoros relacionados con el agua como por ejemplo las granizadas, la niebla y otros fenómenos curiosos. ¿Han oído hablar de la “lluvia horizontal” o de la “lluvia fantasma? Y aún menos de la lluvia de ranas, lluvia de peces… ¡o lluvia de patos!
Nos centraremos en los microclimas de Catalunya y la gran diversidad de pluviometrías que la caracterizan, así como en su distribución durante el año. Somos un país mediterráneo y la regularidad no es precisamente la norma. En Londres, donde el clima es atlántico, llueve igual que en Barcelona… ¿es cierto? Nos sorprenderán algunos récords de precipitación que hemos registrado en los últimos años. Pero veremos que también podemos sufrir grandes períodos de sequía.
Qué mal repartida está el agua, pero precisamente por ello debemos tener mucho cuidado con el consumo de este bien tan imprescindible. Hace poco un amigo me comentaba que no le gustaba la lluvia que, para él, podría pasar un año entero sin llover, a lo que yo le respondí… y las ensaladas que comes, y las verduras que cocinas tan frescas y sabrosas… ¿de dónde saldrían?... no supo qué responderme.
Estudiaremos los cambios climáticos que ha sufrido nuestro planeta a lo largo de la historia y veremos de qué forma ha ido cambiando la distribución de las precipitaciones, provocando incluso migraciones de culturas enteras y cambiando paisajes. Por supuesto, también hablaremos del cambio climático antropogénico o causado por el hombre, ¿qué futuro nos espera? Durante las últimas décadas se ha observado una mayor irregularidad en las precipitaciones y los países mediterráneos son muy sensibles a estas distribuciones pluviométricas tan tornadizas. Podemos tener un año de lluvias récord y al siguiente pasar muchos meses sin lluvia. Tener los embalses llenos y en menos de un año entrar en alerta por sequía; un motivo más para cuidar el agua. Y ya os podemos adelantar que, en los próximos 10 años, los fenómenos severos que se están presentando últimamente con mayor periodicidad, serán aún más severos y más frecuentes. El aumento de la temperatura de la Tierra conlleva lógicamente un incremento de la temperatura de la Mediterránea y, por lo tanto, puede aportar más energía en algunas perturbaciones como la del pasado mes de enero de 2020, con récords de precipitación en numerosas comarcas. Nos da miedo imaginar qué hubiera pasado si esta situación se hubiera registrado en otoño.
Mientras escribo este primer artículo introductorio, está lloviendo a cántaros. Estoy en Barcelona, tenemos un temporal de levante y pueden llegar a caer unos 30 litros por metro cuadrado en las próximas horas, es decir, si vertemos 30 litros en un solo metro cuadrado, alcanzaremos una altura de 30 milímetros. Veo caer el agua de los tejados con fuerza, la lluvia choca contra el cristal, impulsada por el levante que sopla a 55 km/h. Imagínense que todas las casas tuvieran unos depósitos donde se almacenara el agua de los tejados y las terrazas. Con un patio de 100 m2, si llovieran 600 litros al año, se almacenarían un total de 60.000 litros a los que podríamos dar distintos usos. Nos tocará hablar de cambios de hábitos, pero si lo hacemos -y lo haremos- será con ilusión, porque estamos convencidos de los beneficios que nos aportará.
En fin, ya ven que tenemos muchos temas y muchas ganas de contárselos, pero será poco a poco, para ir reflexionando al respecto e irnos concienciando del valor real del agua. Observamos a través de muchas charlas que realizamos alrededor del territorio, que existe una falta de información e incluso de concienciación; y nosotros intentaremos aportar esta información para concienciarles. Y recuerden, nos encontramos en un país donde “no sabe llover”, podemos pasar de un extremo a otro, de graves sequías a aguaceros torrenciales, de ríos y riveras sin cauce a riadas que se lo llevan todo por delante.