Curiosidades sobre los tornados

MÍSTER TORNADO. El doctor Tetsuya Fujita (1920-1998), popularmente conocido en Estados Unidos como «míster Tornado», fue un investigador incansable de los fenómenos meteorológicos severos. Hasta 1953 fue profesor en la Universidad de Kyushu, pero sus estudios sobre tormentas y tornados llamaron la atención de científicos norteamericanos, y en pocos meses se instalaba en Chicago, donde fue profesor de meteorología en la universidad de esta ciudad. Fue el primer científico que utilizó las imágenes aéreas y de satélites para estudiar las tormentas que podían dar origen a tornados. En agosto de 1969, el terrible huracán Camille devastó parte de la costa del Misisipi y el doctor Fujita voló en un avión de inspección meteorológica para investigar lo más cerca posible el huracán, que provocó vientos de 350 km/h. En el mundo de la meteorología es conocido sobretodo por ser el creador de la escala Fujita, que clasifica los tornados según su intensidad y los daños que provocan. La escala va del 0 al 6, aunque no se ha registrado nunca un tornado de fuerza 6, que implicaría vientos cercanos a los 600 km/h. Su ayuda para prevenir estos fenómenos ha sido fundamental, especialmente en aeropuertos. En la imagen lo vemos con un tornado de laboratorio.

 

REFUGIOS PARA TORNADOS. Vender refugios para tornados en Cataluña no sería un negocio rentable, pero en Estados Unidos existen distintas empresas que los construyen, y en los últimos años han experimentado un aumento de ventas importante. Cuando hay posibilidad de formación de tornados, a través de las radios y las cadenas de televisión se emite un tornado watch, y en el momento en que ya se observa el tornado, rápidamente se emite un warning. Es entonces cuando hay que buscar refugio. También en aquel momento, unas sirenas dispuestas en varios puntos de la localidad avisan de la posibilidad de tornado. Por cierto, que cada primer miércoles de mes, desde marzo hasta octubre, a la una del mediodía hay un simulacro de tornado.

Una vez dentro del refugio, que se encuentra bajo tierra —normalmente está hecho de fibra de cristal, tiene ventilación continua y es resistente al agua—, hay que escuchar la radio para seguir la evolución de las tormentas. Si el tornado afecta a la zona donde se encuentra, el refugio dispone de un botón de alarma que conecta con las autoridades para que puedan localizarlo entre las ruinas. Es muy importante cómo se actúa con los niños. En las escuelas les explican qué es un tornado y cuáles son sus efectos, que relacionan siempre con fenómenos naturales insistiendo en que no son ningún castigo (¡en algunas zonas de Estados Unidos todavía se relacionan los tornados con los castigos divinos!). Ya en el refugio, es necesario animar a los niños para que expresen sus temores, se les tiene que mostrar comprensión y, sobre todo, mantenerlos distraídos con tareas de limpieza para que se sientan responsables, o explicándoles historias como esta…

 

EL INDIO TORNADO. Un joven indio tenía un carácter muy violento y provocaba la desgracia de sus vecinos. El consejo de la tribu quería desterrarlo, pero la madre del joven se opuso firmemente, así que decidieron encerrarlo en una cabaña de sólidos muros. El chico, una vez dentro, se iba poniendo más y más nervioso y daba vueltas cada vez con mayor rapidez, hasta transformarse en un poderoso remolino. El viento que provocaba hizo caer las paredes de la cabaña y empezó a devastar el pueblo; levantó por los aires al jefe de la tribu y al consejo que lo aprisionó. El remolino desapareció y no volvió hasta la primavera siguiente… Y así todas las primaveras hasta la actualidad.

FOGNADO Y BUGNADO. En Estados Unidos han puesto nombre a otro tipo de remolinos muy curiosos: los fognados o remolinos de niebla, y los bugnados o remolinos de insectos. Los primeros se observan sobre un lago o estanque con agua relativamente cálida, mientras que, sobre su superficie, la temperatura alcanza los 0 °C. Si el viento está en calma, se pueden formar ligeras corrientes ascendientes que agrupan jirones de niebla y acaban configurando remolinos neblinosos de 10 a 15 metros de altura.

 

El bugnado se puede percibir después de intensas lluvias, cuando el terreno está encharcado. Miles de insectos, desde mosquitos hasta libélulas, forman un remolino que pueden alcanzar los 100 metros de altura. De hecho, es un ritual de apareamiento.

 

METEOTURISMO. Los fenómenos meteorológicos pueden ser un atractivo para mucha gente. Quizá usted no se plantee pagar para perseguir tormentas, pero seguro que no le disgustaría ir a ver auroras boreales. Sepa que, le gusten las tormentas, los tornados o las auroras, existen empresas especializadas en turismo meteorológico. En Estados Unidos hay seis compañías dedicadas a la caza de tornados: un tour de 7 días vale 2000 euros, con alojamiento, comida y persecución de tornados incluidos. Extreme Tornado Tours es una de ellas.

 

En algunas islas del Pacífico frecuentemente afectadas por tormentas hay hoteles para «meteoturistas», con habitaciones con vistas a tormentas y televisión donde se emiten continuamente series como Cazatormentas o Planeta Furioso. También hay viajes para ver el relámpago de Catatumbo en Venezuela.